Hay personas que conviven con perros y gatos que creen que la esterilización es un agravio hacia ellos, que les denigra y que es un acto censurable, sobre todo, porque ellos no han dado su consentimiento.
Que yo sepa, los bebés judíos y musulmanes tampoco lo han dado para que les circunciden, o un bebé cualquiera no da su beneplácito para que le operen de lo que sea, lo que obviamente redundará en su beneficio.
Ni bebés, ni animales, ni personas sin capacidad cognitiva pueden expresar voluntariamente su consentimiento a que les realicen una intervención, pero esto no es óbice para que se les opere cuando el no hacerlo vaya en detrimento de su salud o haga peligrar su vida.
NICU Operating Room Woman’s Hospital Baton Rouge, LA
Si nuestros valores éticos están encaminados a evitar el sufrimiento, la esterilización de los compañeros no humanos es imprescindible para prevenirlo.
Lo que no se entiende es que la función reproductiva es buena para la especie, pero no siempre beneficiosa para el individuo. Los animales, a menudo, luchan y mueren para aparearse porque el objetivo es pasar los genes más fuertes a la siguiente generación a fin de que sobreviva la especie. Es un imperativo biológico. El animal, como individuo, no necesita esta función reproductiva.
Con la esterilización de los animales que conviven con el humano se evitan males mayores. Es decir, no hacerlo tiene peores consecuencias para el animal que hacerlo.
Elegir no esterilizar, aparte de irresponsable, tiene consecuencias perjudiciales para los animales:
- Frustración cuando alcanzan la madurez sexual al no haber contacto sexual.
- Los machos segregan testosterona, por lo que son más agresivos y aceptan peor a otros perros o gatos.
- Marcan con orina.
- Se escapan a buscar hembras.
- Tienen peleas por control de territorios.
- Las hembras tienen celos y aumenta drásticamente la incidencia de tumores en las mamas.
La consecuencia de la no esterilización, ampliamente conocida por las protectoras de animales, es la sobrepoblación y el abandono de estos animales que terminan sufriendo y muriendo por enfermedades, desnutrición, atropellos, maltrato y abuso.
GeniusVets Cat Surgery
Con la esterilización:
- Desaparece el celo, por lo que dejan de sufrir nerviosismo, de marcar y de maullar. En machos se evitan comportamientos agresivos y territoriales, como peleas con otros machos para aparearse con hembras en celo o escaparse.
- En hembras se previenen en un alto porcentaje la aparición de tumores de mama, embarazos psicológicos, quistes ováricos, mastitis, infecciones uterinas y patologías del sistema reproductor como la piometra.
- En machos se previene el cáncer de testículos, problemas de próstata, así como la presentación de adenomas en el ano, ya que son problemas totalmente hormono-dependientes. También se previene el contagio de leucemia o sida felino.
Controlar la natalidad redunda en beneficio de todos los individuos en un mundo con recursos limitados.
Dimensión demográfica del sufrimiento: reflexiones éticas sobre antinatalismo en el contexto del futuro sostenible
Miguel Steiner Doctor en Filosofía – José Vives-Rego Departamento de Microbiología, Facultad de Biología, Universidad de Barcelona
21 junio 2023 a las 21:22
El control de la natalidad salvaría al planeta y a todas las especies vivas del reino animal y vegetal. La especie humana es la más depredadora, por lo tanto, el control de la natalidad humana evitaría miseria, sufrimiento, hambre y violencia.
Entonces sí que podría decirse que el humano está «hecho a imagen y semejanza de Dios» Un dios que, de existir, no se parecería en nada al dios malvado, cruel y ególatra de las religiones.
30 julio 2024 a las 00:30
la función reproductiva es buena para la especie pero no siempre beneficiosa para el individuo.
Genial