PETA expone las prácticas de explotación de los monos en la industria del coco de Tailandia.
¿Quién hubiera creído que algo tan inocuo como la leche de coco implicara una crueldad sin límites con los monos?
Algunas de las granjas que investigó PETA suministran cocos a marcas importantes como Chaokoh, lo que significa que las grandes corporaciones son las responsables de este aterrador abuso y maltrato de los monos.

Con crueles castigos los secuestradores les “entrenan” para la recolección del coco. Cuando los monos intentan defenderse del implacable abuso, se les arrancan los caninos, a lo bruto. Pasan toda su vida en soledad y encadenados.

fuente: PETA Asia— Images: © PETA Asia
Un zoológico tailandés disfraza a uno de sus chimpancés y le obliga a ir en bicicleta rociando con desinfectante tóxico y dañino para él.
Diversión garantizada para los visitantes de este deleznable lugar.

Este zoológico es un “hoyo infernal para los animales” según lo descrito por activistas de los derechos de los animales.
Esta es solo la última muestra del gobierno tailandés del desprecio por el bienestar animal.
En el Samutprakarn Crocodile FARM and ZOO, asociaciones animalistas captaron imágenes de una elefante desnutrida obligada a actuar.
La han apodado – BONES – por lo demacrada que está.

En China hay unos 24.000 osos cautivos en terribles condiciones para extraer su bilis y usarla en la medicina tradicional asiática.

China recomienda la bilis de oso para tratar los síntomas graves de la COVID-19, según un informe de la organización internacional World Animal Protection (WAP). La O.M.S. niega categóricamente que esta sustancia vaya a curar el coronavirus.
La bilis se extrae de osos vivos, que sufren en el proceso una de las formas más extremas de maltrato animal.

La crueldad de la cría de osos y el comercio de bilis de oso ya es a nivel mundial. Al ser desarrollada por grandes compañías farmacéuticas de renombre, su comercialización se ha extendido a otros países como Estados Unidos, Canadá o Japón.


El gobierno chino recomienda la bilis de oso para tratar los síntomas de COVID-19″, ya que la industria encargada de la extracción no ha dejado de prosperar desde hace 35 años.
La caza furtiva ha llevado a una progresiva reducción del número de ejemplares de oso silvestre.
Río, río, río
Silvio Rodríguez
Río de verdad
Como un animal
Que ha sido puesto en libertad
Y mientras tanto, en un país de cuyo nombre no quiero acordarme:
Dos detenidos por ahorcar a un perro y alegar “que no servía para la caza”
El animal, un podenco de año y medio, fue arrojado por un precipicio de difícil acceso.
No tenemos remedio los humanos?
Es desgarrador.
Me parte el alma tanto maltrato,
tanta crueldad hacia seres inocentes e indefensos,
tanto egoísmo y estupidez humana.
A nivel particular se podría entender la ignorancia , pero que gobiernos permitan a farmacéuticas
– por ejemplo – lo de la bilis del oso ,
lo de las uñas de tigre, o lo del cuerno de rinoceronte …eso es imperdonable.
¡ Zoológicos y circos…a estas alturas !
y que con tanta información, siga yendo tanta gente a ” disfrutar” del secuestro, tristeza y angustia de tantos animales…
No puedo, no lo entiendo.
Ahora mismo tenemos varios serios avisos de que o cambiamos/paramos el mercado animal (los húmedos de Asia, los contaminantes nuestros, desforestación que contribuye a no frenar pandemias…) o esto no va a salir bien y yo no veo que se esté planificando nada al respecto.
¿QUÉ es tan difícil de entender?
Hay dos corrientes actualmente de pensamiento sobre qué enseñanzas habremos obtenido después de la pandemia y qué cosas hay que repensar y cambiar. Una positiva dice que sí obtendremos enseñanzas y revisaremos nuestro modo de hacer, de vivir y de ser. Otra negativa que dice que históricamente queda establecido que el hombre nunca aprende de sus errores y siempre los repite.
En fin….
A la pregunta de Vicky Colomer “¿QUÉ es tan difícil de entender? Creo que hay una respuesta: la cultura judeo-cristiana.
Una cultura supremacista que considera la especie humana “hecha a imagen y semejanza de Dios”
Todos los seres vivos al servicio de una única especie, la nuestra.