Gatos callejeros en peligro: la inacción de las administraciones agrava la crisis

Defender a las colonias felinas es proteger la convivencia y la biodiversidad

Colonias felinas en riesgo: el abandono de las administraciones las condena       Berk Ucak

Montse Casaoliva 26/02/2025

El borrador del protocolo de gestión de colonias felinas, elaborado por la Generalitat de Catalunya y el Colegio de Veterinarios, ha encendido las alarmas entre las entidades animalistas y gestoras de colonias. Este hecho, sumado a la inacción de muchos ayuntamientos, representa un grave problema de gestión con consecuencias inadmisibles para la protección de los gatos, tal y como marca la ley estatal de obligado cumplimiento. Desde Mishilovers, junto con otras organizaciones, hemos conseguido frenar su aprobación y lograr una reunión para discutir los puntos a incluir. Pero este no es solo un logro puntual: es la demostración de que las personas que llevamos años trabajando en el terreno tenemos voz y experiencia suficiente para decidir lo mejor para el futuro de los gatos comunitarios.

Este borrador pretendía consolidar una visión errónea y peligrosa: la eliminación progresiva de las colonias felinas bajo la excusa del bienestar animal. Pero, ¿de qué bienestar hablamos cuando se criminalizan la alimentación y el cuidado de estos animales? Precisamente, la nueva Ley de Bienestar Animal 7/2023 tiene en cuenta la historia y el papel de los gatos en nuestras ciudades y pueblos. Esta norma protege a los gatos por este motivo, reconociendo su función fundamental en el ecosistema urbano y su derecho a vivir en libertad. Incluso las leyes europeas refuerzan la protección de la vida animal en libertad, garantizando su cuidado y su necesaria coexistencia con el entorno. Seguramente muchas familias recuerdan a sus abuelos alimentando a los gatos callejeros, en un equilibrio natural que, en nombre de nuestro supuesto progreso, estamos destruyendo.

Cuando la inacción y la mala gestión condenan a las colonias felinas   Getty Images/iStockphoto

Mala administración 

Un problema de gestión, no de los animales

Si no culpamos a los gatos, son los jabalíes. Si no, la “peste” de las aves. Y mientras tanto, seguimos perdiendo espacios naturales, reduciendo los hábitats y desplazando a las especies. La solución nunca puede ser la eliminación sistemática de los animales, sino una gestión ética basada en la coexistencia.

El problema radica no solo en la negligencia municipal, en la falta de aplicación de la ley vigente y en la escasa asignación de recursos, sino también en entidades que deciden en contra de la ley de bienestar animal y de los derechos de los gatos. Como ya se ha mencionado, existen normativas claras que protegen a los gatos comunitarios, pero se parchean las deficiencias con soluciones cortoplacistas. Se contratan empresas de control de plagas o de gestión de residuos sin experiencia ni conocimientos en bienestar animal para realizar una pequeña parte del trabajo, en muchos casos mal planificado y con una ética muy dudosa. Empresas que tienen en su ADN matar animales, cazando gatos como si fueran trofeos de caza, ya que lo único que les interesa es el lucro por cada captura: cuantas más, mejor. Mientras tanto, a las gestoras de colonias, las personas que llevan cuidando de estos animales toda su vida, se les conceden migajas para acallarlas un año más. Y cuando no es la administración quien las ataca, lo hacen los propios vecinos, con amenazas y denuncias.

No nos sorprende que las oficinas de atención ciudadana, las concejalías de bienestar animal o medio ambiente, las diputaciones, el defensor del pueblo y los organismos locales pertinentes estén inundados de quejas que exigen atender un problema social que lleva muchos años afectando los bolsillos y el estado emocional de las gestoras de colonias. Ahora, por fin, reciben subvenciones: dinero que no sale de sus arcas, sino que está destinado precisamente para cumplir con la ley y gestionar éticamente las colonias felinas. Mientras tanto, estos recursos se invierten en otras labores no legales, como fiestas y eventos, en lugar de atender esta causa que, legalmente, debería priorizarse.

Gatos en la calle: entre el abandono y la lucha por sus derechos @ANA ALVES

Altruismo y empatía 

La realidad de quienes cuidan las colonias

Las personas que gestionan colonias ya no pueden seguir poniendo dinero de su propio bolsillo; necesitan relevo generacional, vacaciones, descanso, y también protocolos y escucha activa. Cuidar animales implica enfrentarse a un sufrimiento constante, muchas veces sin remedio, cruel y despiadado. A diario vemos morir a pequeños animales indefensos que solo necesitan sobrevivir en un entorno cada vez más hostil y menos agradecido con nuestra labor. Es imprescindible entender y haber vivido esto para poder gestionar bien las colonias felinas. Y es necesario que estas personas reciban el trato que merecen, sobre todo cuando una ley las respalda.

La gente necesita ayuda real. No se trata solo de controlar las poblaciones de animales a golpe de escopeta o directamente cambiándolas de lugar, sino de gestionarlas éticamente para estabilizar su población. El método CER (el único trabajo que saben hacer las empresas subcontratadas sin conocimientos) no es el antídoto. Si no hay control, no sirve de nada esterilizar y castrar decenas de gatos en un año: el siguiente año la situación será igual o peor.

¿Los ayuntamientos se han planteado qué pasaría si todas las personas gestoras de colonias hicieran huelga? ¿Cómo localizarían dónde se esconden y viven los gatos? Da la sensación de que, en lugar de ofrecer soluciones reales, las administraciones esperan que el desgaste y la falta de recursos terminen por desmotivar a quienes cuidan de las colonias, dejando a los gatos a su suerte. ¿Es ese su plan? ¿Dejar que desaparezcan por inanición, enfermedad y abandono? Si es así, se equivocan: nadie que ame y cuide a seres vivos desiste en su lucha. Es un compromiso vocacional que va más allá de las políticas y el dinero, un compromiso basado en el amor bondadoso.

El futuro de los gatos comunitarios depende de una gestión ética y responsable Getty Images/iStockphoto

Respeto por los animales

Un llamamiento a la ética y la responsabilidad

La sociedad civil se niega a aceptar que un protocolo de gestión de colonias tenga como objetivo su desaparición y que una ley de bienestar animal que debería ayudarlas no se cumpla. Esto no solo atenta contra el bienestar animal, sino contra la misma naturaleza y contra las personas que realizamos esta digna labor para hacer un mundo mejor.

Necesitamos que las administraciones no impongan políticas sin escuchar a quienes conocemos la realidad de las colonias. Porque los gatos no son EL problema: el problema es la falta de ética, de compromiso y de voluntad política para hacer las cosas bien. Y sí, bien coordinadas se pueden hacer las cosas muy bien, pero requiere profesionalidad, conocimientos científicos felinos y mucho respeto (y admiración) hacia las gestoras de colonias.

Por los gatos, por las gestoras de colonias, por la naturaleza.

Mascotas Gatos Cuidado animal © La Vanguardia 

https://www.lavanguardia.com/mascotas/gatos/20250226/10421619/colonias-felinas-peligro-irresponsabilidad-administraciones-insostenible.html