Soy vegana y tengo gato. Incorrecto. El gato me tiene a mí. Lo salvé de una muerte inminente. Con sólo dos meses, apareció, inexplicablemente, en una cala de El Port de la Selva. Una vez restablecido, veterinario incluido, le dije: “ve a vivir tu vida de gato, ¡anda! vete”. Nunca se fue. Él tiene muy claro que de aquí no le saca ni la Guardia Civil.

Yo no como alimentos que provengan de animales o de su sufrimiento, así que se me plantea la contradicción de darle alimento proveniente del sacrificio de otros animales.

Si compro su comida en el supermercado estoy sosteniendo a la industria cárnica, su crueldad y su explotación. Ilógico e incoherente con mi filosofía de vida.

¿Por qué han de ser torturados y asesinados caballos o vacas, pollos o patos, corderos o salmones para que mi gato o mi perro coman?

Dibujo del artista polaco ©Pawel Kuczynski que critica el especismo
Dibujo del artista polaco ©Pawel Kuczynski que critica el especismo

No se trata de imponer mi filosofía de vida o mis decisiones éticas a mi gato o a mi perro; no sé si las tienen y si fuera así, no creo que concordasen con las mías, por lo que, si respetamos su naturaleza carnívora, pienso que no es consecuente que un vegano conviva con gatos o perros.

Ahora, en la naturaleza, su comida no se asemejaría en nada al pienso o a la lata que compramos para ellos. Lo que les damos no tiene nada que ver con lo que un gato o un perro comería en estado salvaje. Realmente me cuesta imaginarlos matando una vaca o buceando para coger un atún.

En la naturaleza, sobrevivir significa matar para comer o morir de hambre, pero el gato o el perro que vive con nosotros tiene muy poco de natural. Les hemos adiestrado durante siglos para ingerir alimentos ajenos a su dieta tradicional, como el atún.

Alimentarlo de una lata o de una bolsa (en lugar de dejarle buscar su propia comida) es bastante artificial, así que no lo es menos darle comida vegana.

Los veganos podemos optar por no tener animales no humanos con nosotros. Ahora bien, si compartimos la vida con ellos debemos proporcionarles pienso o comida veganos.

Los gatos son hipercarnívoros obligados, lo que significa que en la naturaleza no podrían sobrevivir sin comer carne. Los gatos requieren de una dieta especial ya que necesitan de un aminoácido llamado taurina que se encuentra en los músculos de los animales. También necesitan vitamina A pre-formada y ácido araquidónico, nutrientes esenciales proporcionados por la carne. Las deficiencias pueden causar ceguera y muerte. Sin embargo, la taurina y el ácido araquidónico están disponibles en forma sintética. Hay muchos fabricantes, como Omni, que presumen de haber incorporados dichos nutrientes en sus piensos veganos, así como otros piensos vegetarianos comerciales disponibles que contienen versiones sintéticas de nutrientes esenciales.

Hay quien diría que agregar sustancias sintéticas no suena muy natural, sin embargo, Purina y todos los demás productores también agregan taurina sintética en alimentos a base de carne, porque durante el proceso de fabricación, la taurina natural desaparece de los ingredientes animales debido a la presión y altas temperaturas.

Siempre me ha sorprendido leer en las etiquetas de sus comidas comerciales: elaborados de subproductos animales no aptos para el consumo humano. ¿Si no es bueno para mí, por qué es bueno para él?

fuente: Vegetarian food for pets – Vegetarian Society (vegsoc.org)

Para saber más: Vegan Cats 101: nutrients, not ingredients is what really matters

En español – Unión Vegetariana Internacional (IVU):

Gatos – ¿Una Dieta Vegetariana? (ivu.org)

Los perros – ¿Dieta Vegetariana? (ivu.org)

Aunque los perros están clasificados en el orden de los carnívoros, son considerados omnívoros. Los omnívoros tienen un sistema digestivo adaptado para obtener nutrientes de fuentes de origen vegetal. Por lo tanto proporcionándoles los nutrientes que necesitan para que se alimenten correctamente estarán sanos. 

El 20 de marzo de 2015, la Vegan Society publicó «Vegan animal diets: facts and myths» donde se respalda la alimentación vegana para perros y gatos. El autor del artículo es Andrew Knight, veterinario especialista en bienestar animal, ética y leyes, y profesor de la asignatura Bienestar Animal y Ética en la Universidad de Winchester.

Qué esconde la comida para animales domésticos

Knight explica que algunos piensos cárnicos incluyen restos de animales que tenían enfermedades de riñón, hígado, corazón, tiroides, neurológicas, neuromusculares, de la piel e infecciosas y trastornos hemorrágicos; los alimentos comerciales para mascotas constituyen un gran vertedero industrial para los desechos de matadero, la carne «4-D» (animales muertos, moribundos, enfermos o discapacitados), carne de supermercado en mal estado, carne de perros y gatos muertos en refugios de animales, grasas viejas de restaurantes con altas concentraciones de radicales libres peligrosos y ácidos grasos trans, pescado en mal estado con niveles potencialmente peligrosos de mercurio, PCB’s (polychlorinated biphenyls) y otras toxinas. Knight hace referencia a varios estudios científicos que han encontrado que estos ingredientes son perjudiciales para la salud de perros y gatos: a largo plazo les producen enfermedades hepáticas, renales y cáncer.

 Andrew Kinght publicaba en  2021 una investigación donde analizaba el grado de “apetencia” de más de 3.000 mascotas frente a un pienso carnívoro y otro vegano. No encontró grandes cambios en su comportamiento. Los animales se mostraban igual de entusiastas frente a uno y otro. Kinght consideraba que las dietas plant-based no suponían ninguna carencia (debidamente diseñadas):

Los perros, los gatos y otras especies necesitan unos determinados nutrientes, no necesitan carne o cualquier otro ingrediente. Necesitan un conjunto de nutrientes, y asumiendo que estos son incluidos en dietas lo suficientemente sabrosas como para que deseen comerlas, además de digestibles, deberíamos verles alimentarse correctamente. Y eso es lo que la evidencia científica parece indicar.

Cada vez más personas se hacen vegetarianas por rechazo al trato que reciben los animales. Sin embargo, estas personas siguen alimentando a sus animales de compañía con piensos cárnicos, causando el mismo daño. Un perro de tamaño mediano o tres gatos, consumen aproximadamente la misma cantidad de carne que un ser humano (95 animales al año). Para optar por una dieta vegetariana en animales de compañía hay que estar bien informado. A pesar del gran prejuicio hacia la comida vegetariana para perros y gatos, no hay evidencia científica de que una dieta basada en plantas, minerales y otros ingredientes sintetizados, carezca de los elementos nutricionales que los animales requieren. Las poblaciones de gatos y perros vegetarianos son un ejemplo de animales sanos. Pensemos cuántas vidas se pueden salvar si hacemos la transición al vegetarianismo en nuestros animales de compañía.

Andrew Knight

La universidad de Viena, realizó un estudio a 174 perros. Sus respectivos dueños los alimentaron durante seis meses con piensos comerciales veganos o comida casera vegana. Al finalizar el estudio, ningún perro había desarrollado ningún problema de salud, es más, perros con problemas dermatológicos sanaron o mejoraron. Otro estudio realizado por la Brown University de Rhode Island en EE.UU demostró que con una dieta vegana, bien equilibrada, los valores hematológicos en perros que hacen ejercicio son normales.


La huella de carbono dejada por los alimentos para perros y gatos es considerable. Se estima que en 2017 el carbono emitido por la carne consumida por los animales arrojaba al aire el equivalente a alrededor de 64 millones de toneladas de CO2 al año, lo que es lo mismo que conducir 13 millones de automóviles durante el mismo período.

Esa cifra incluye solamente el carbono emitido por animales que terminan siendo alimento para los nuestros. Aparte de esto, hay que añadir el agua que se utiliza para cultivar los cereales y plantas para alimentar a los animales para el sacrificio, el agua potable que beben, la tala de bosques para tierra de pastoreo, y terrenos y aguas contaminadas por sus residuos.

En 2017, la revista científica Plos One publicó un artículo que estimaba que los gatos y perros en EE.UU. comían el equivalente calórico a la dieta de 63 millones de estadounidenses.

fuente: bbc.com.mundo