Me lo pregunto porque creo que su ideología y sus políticas no son suficientes para avalar unos principios que revelan el desprecio absoluto, abuso y maltrato de las especies animales no humanas.
Sus políticas contradicen su pretendida ideología, y por no perder a unos supuestos votantes, respaldan el maltrato animal, con lo que contribuyen también a la falta de conciencia y empatía con aquellos seres sintientes que son los animales.
Si lo que la izquierda pretende es construir un mundo mejor, más justo y solidario, con sus políticas cortoplacistas no lo están consiguiendo.
El Parlament de Catalunya, con socialistas y Esquerra Republicana -izquierda republicana- aprueba una regulación de los ‘correbous‘ –fiesta taurina donde se sueltan vaquillas y toros para acosarles, pegarles, incendiarles los cuernos y otras «delicias«– que supone el blindaje de esta fiesta cruel.
La «izquierda» preserva esta atrocidad tras la prohibición de las corridas de toros en Catalunya por cuestiones identitarias . «Ha sido un ejercicio de cinismo político escandaloso y deprimente» como dijo un torero.

En la cabecera de la marcha, los partidos de derecha y ultraderecha: «Esto es una amenaza a la economía nacional y la libertad de los españoles para decidir qué es lo que quieren hacer con pleno respeto a los animales y la fauna«. Podemos también apoya la causa.
El Gobierno de Asturias (Partido Socialista Obrero Español) continúa con las matanzas de los cormoranes para contentar a los pescadores. Un año más, el Gobierno del Principado de Asturias autoriza la matanza de 240 cormoranes grandes en las diferentes cuencas de los ríos asturianos.

Las leyes son el reflejo de la mentalidad de la sociedad, y de los intereses económicos de esa sociedad.
La forma de ayudar a que se respeten los derechos de los animales es cambiando las leyes junto con un cambio de la mentalidad.
Ha de cambiar el profundo y arraigado antropocentrismo que deja a las demás especies en la vulnerabilidad más absoluta y que todos, humanos y no humanos, seamos sujetos de derecho.
La izquierda, dentro del espectro político, es quien tiene más sensibilidad con la causa animal. Pero incumple su objetivo por el antropocentrismo y el especismo del que adolecen.
La compasión y el sentimiento de aproximación al sufrimiento animal nos hace mejores. Por lo tanto, no puede ser que la izquierda siga defendiendo la caza, la tauromaquia y la industrialización animal alegando factores económicos. Esto es perpetuar la barbarie, la insensibilización y la incultura. La izquierda, si verdaderamente fuera de izquierdas, debería asumir la defensa de los animales y luchar también por sus derechos.
Hoy en día, los únicos partidos que luchan contra cualquier tipo de discriminación y abogan por un mundo más justo para todos, son los partidos animalistas: PACMA (España), PAN (Portugal), Parti Animaliste (Francia), Partij voor de Dieren (PVdD) (Holanda), Animal Welfare Party (Reino Unido), Partei Mensch Umwelt Tierschutz (Alemania), The Humane Party (USA), Animal Rights Party (USA), Animal Justice Party (AJP) (Australia).
Partidos que no apuestan por las próximas elecciones, sino por las próximas generaciones.
Los partidos defensores de los animales son a menudo ridiculizados, marginados e invisibilizados. ¿Quizás porque desafían a algunas de las fuerzas más poderosas de la sociedad como la industria cárnica y láctea, compañías de investigación farmacéutica y biomédica y empresas del ocio y del entretenimiento?

«En la izquierda progresista se encuentran referencias a la igualdad de género, los derechos de los homosexuales y los derechos de los inmigrantes, minorías y pueblos indígenas. Estas causas son vistas como el paradigma del progresismo, porque intentan liberar a grupos históricamente subordinados y estigmatizados bajo la etiqueta de “luchas por la justicia social”. La realidad es que la cuestión animalista es virtualmente invisible dentro de la izquierda. Aparte de su influencia marginal dentro del movimiento de la ecología radical, el discurso de los derechos de los animales apenas ha entrado o alterado el trabajo de izquierda progresista. Los defensores de los animales son “los huérfanos de la izquierda” (orphans of the left) y defienden una causa que es rechazada por otros movimientos progresistas. Cuando se nombran los derechos de los animales son rápidamente ignorados. Tampoco es un fenómeno nuevo: el mismo patrón se mantuvo para la vieja izquierda, en el siglo XIX y principios del XX. La izquierda, históricamente, con pocas excepciones, ha visto la violencia humana hacia otros seres con indiferencia. Marx incluso despreciaba los movimientos por los derechos de los animales». (Incluyó a miembros de sociedades para la prevención de la crueldad hacia los animales junto con miembros de abstemios fanáticos en su lista de campañas moralistas inútiles) Will Kymlicka and Sue Donaldson – Animal Rights, Multiculturalism, and the Left
En el mundo académico los estudios sobre grupos oprimidos tienen un aura de legitimidad; afroamericanos, mujeres, LGTBI, etc., pero los estudios sobre animales no humanos suelen encontrar resistencia.
«¿Es posible que los defensores de estas especialidades sociológicamente aprobadas vean los estudios sobre la causa animalista como un intruso no deseado en la universidad que competirá por los recursos en un entorno financiero cada vez más competitivo y con presupuestos cada vez más reducidos para apoyo a la investigación? ¿Es posible que vean los estudios animalistas como un nuevo competidor en un futuro? ¿Es posible que vean la causa animalista como una parodia de su especialidad porque el interés en los animales no humanos empaña o abarata cualquier otra disciplina sociológicamente aceptada y de alguna manera, en sus mentes, trivializa la noción misma de opresión?» Arluke, Arnold. 2002. “A Sociology of Sociological Animal Studies”
traducciones de Luisa Claver


Especismo, justicia e izquierda. Crítica a Daniel Bernabé Eze Paez
9 de octubre de 2018
[…] Una izquierda coherente es antiespecista
Creo que toda posición no discriminatoria es incompatible con el especismo. Creo, también, que ello es especialmente cierto respecto de la izquierda. Ciertamente, en la izquierda conviven diferentes tradiciones. Sin embargo, todas poseen ciertos denominadores comunes que nos permiten distinguirlas de otras familias políticas. Uno es la preocupación por lograr una estructura social en que las vidas de unos individuos no estén dominadas por otros, con independencia de que estos últimos sean agentes públicos, como el estado, o privados, como grandes corporaciones. Otro es lograr una producción y distribución de los recursos que permita que los individuos tengan las mejores vidas posibles y estén protegidos frente al infortunio.
Si el especismo es una injusticia, una izquierda que se niegue a rechazarlo se está negando a sí misma. Quienes se consideren de izquierdas, pero se resistan a aceptar que los demás animales también merecen justicia, deben reconocer que están actuando sobre la base de los mismos prejuicios que sustentaban las estructuras de privilegio y dominación contra las que históricamente han luchado y siguen luchando. Admitir que existe un sistema que condena a los individuos no humanos a vidas miserables, pero que no importa, es indistinguible de desconsideraciones similares que unos seres humanos han ejercido sobre otros.
Alguien podría ahora objetar que, aunque es verdad que las personas de izquierdas deben ser antiespecistas, sus prioridades políticas deben centrarse principalmente en los seres humanos. Ello es falso. Una izquierda coherente no solo es antiespecista, sino que además asigna máxima importancia a esta causa.
La importancia de una causa no es algo meramente subjetivo. Es posible reflexionar al respecto, de forma razonada, atendiendo al número de individuos afectados por una injusticia y la gravedad de los daños que esos individuos padecen. Dado que los recursos son escasos, si queremos hacer el mayor bien posible, debemos destinarlos a eliminar aquellas injusticias que afecten a más individuos y de forma más intensa.
La práctica totalidad de individuos sintientes son animales. Existen actualmente alrededor de 7.500 millones de seres humanos. Los animales bajo explotación, sin embargo, ascienden como se dijo a más de 1 billón. Además, tienen en general unas vidas mucho peores que la mayoría de seres humanos. Si rechazamos el especismo y consideramos que sus intereses tienen tanto peso como intereses humanos similares, entonces debemos concluir que la injusticia que padecen es más importante.
Ello no es todo. Solo una pequeña parte de los animales sintientes vive bajo explotación humana. El resto, más de 1 trillón, vive en la naturaleza. En sus vidas prevalece el sufrimiento, no provocado por la acción humana, sino por eventos naturales. Dije que otro rasgo propio de la izquierda es considerar que existen deberes de justicia, basados en la solidaridad, que van más allá de impedir la dominación o la explotación. Incluyen la obligación de ayudar a individuos que padecen por causas naturales, como epidemias y catástrofes, y que carecen de la capacidad de librarse por sí mismos de esos daños. Esta es exactamente la situación de los animales salvajes. Rechazar el especismo implica asumir que tenemos la obligación de ayudarles y que esta, dado su número y la gravedad de los daños que padecen, posee una gran importancia.
Es preciso aclarar que sostener que la causa antiespecista debería ser muy importante para la izquierda -o cualquier otra posición política- no dice nada sobre cómo debe ser tratada en la práctica. En especial, no implica que la izquierda debe olvidar las injusticias que los seres humanos padecen. Enfrentarse a ellas es importante en sí mismo. Además, operamos en sociedades especistas en las que los seres humanos son los actores políticos. Lograr que tengan vidas mejores y construir sistemas políticos más libres y democráticos es, probablemente, un medio necesario para introducir con éxito la causa antiespecista en la agenda pública.
[…] Reconocer que la historia del progreso moral de la humanidad consiste en la superación de prejuicios y la expansión de nuestra esfera moral. Desconfiar de lo que es convencionalmente aceptado como verdad incluso dentro de nuestra tradición política. Estas son herramientas imprescindibles para alcanzar un mundo libre de injusticias donde todos los individuos tengan las mejores vidas posibles.
Al usar esas herramientas nos damos cuenta de que los animales importan, que son la amplia mayoría, que es injusto discriminarlos y que tienen vidas terribles. Liberar de la dominación y del infortunio a quienes son mayoría y quienes están peor es el objetivo de la izquierda.
5 febrero 2021 a las 20:28
Magnífico y clarísimo artículo. Para los que quieran ahondar en el cambio de paradigma social planteado pongo aquí un enlace muy interesante. https://club-tendencias21-es.cdn.ampproject.org/c/s/club.tendencias21.es/Solo-un-cambio-cultural-nos-sacara-de-la-crisis-global_a93.amp.html
¡Enhorabuena de nuevo!
5 febrero 2021 a las 22:03
Gracias por el aporte.
Y gracias a las presiones de entidades y asociaciones animalistas que han conseguido que el Ayuntamiento de Barcelona dé marcha atrás y mantenga las ayudas para el bienestar animal. Al menos este año, los colectivos de ayuda a los animales recibirán subvenciones municipales.
6 febrero 2021 a las 22:06
Muchas gracias por decir alto y claro algo que se ve en todas partes y parece difícil de erradicar.
Muchas gracias también a Ana Bayle por divulgar otras formas de contemplar la realidad y las posibilidades de futuro.
6 febrero 2021 a las 23:10
Todos en su justa medida intentamos poner nuestro grano de arena, ayudando al que no tiene voz, al que lo necesita y al vulnerable. «Solo un cambio cultural nos sacará de la crisis global» es un buen ejemplo de nuevas visiones para encarar nuestro devenir.
8 febrero 2021 a las 00:04
Gran parte del artículo no responde a la verdad. En España, por el momento, sólo hay un partido que merezca el nombre de izquierda: Podemos. Podemos ha hecho muchas declaraciones públicas en favor de los partidos animalistas y agradeciendo su labor de sensibilización hacia el mundo animal. Se ha declarado a favor de reducir el consumo de carne y es un partido inequívocamente ecologista y la ecología es primordial para la vida de los animales en estado libre.
Pero si un dirigente de Podemos hace una declaración en favor de la tauromaquia o la caza (para mí inadmisible) ya queda todo el partido en pecado mortal.
A la izquierda le exigimos lo que a la derecha se le dispensa.
8 febrero 2021 a las 12:39
Obvio. Los partidarios de Bolsonaro, vox, trumpistas o SteveBannonistas no engañan a nadie. Son firmes partidarios de la pena de muerte, del supremacismo, no solo del humano con las demás especies, sino del hombre blanco con respecto al «otro». Compran armas, cazan (humanos y no humanos) y la compasión es una debilidad imperdonable. Por eso es por lo que yo escribo sobre la izquierda, que por muchas declaraciones de buenas intenciones, bajo mi punto de vista, se deslegitima cuando apoya a los cazadores, taurinos o aprieta el gatillo (como hemos visto hacer a algún insigne juez de «izquierdas»).
Amigo Pedro, estoy segura de que tenemos muchos intereses en común, objetivos paralelos, pero no se puede estar con dios y con el diablo.
8 febrero 2021 a las 15:25
En clase de catecismo me enseñaron que Dios y Diablo se escriben con mayúscula.
8 febrero 2021 a las 20:44
🤣 😂 Así es. Los cristianos debéis escribirlo con mayúscula por considerarlo nombre propio. Como atea que soy, por la gracia de dios (cualquiera de ellos), me refiero a sustantivo común, por eso con minúscula.
8 febrero 2021 a las 21:03
Gracias Luisa, porque es necesario que alguien ponga nombres propios y no solo siglas de partidos a las mentiras o verdades disfrazadas (como el destino de los delfines de Barcelona)
Tienes razón cuando respondes a Pedro, por lo menos Vox , Bolsonaro… etc no engañan, van a cara descubierta, pero escudarse en “la izquierda “ para hacer lo mismo que la ultraderecha es de cobardes.
Qué se puede esperar de un país donde la izquierda protege a un monarca que ha presumido de sus cacerías (osos, elefantes….) y otras barbaries.?
Como decía Kant “podremos juzgar el corazón de una persona por la forma en cómo trata los animales “
8 febrero 2021 a las 21:22
Un fuerte abrazo y gracias infinitas, que sé que dedicas tu tiempo, dinero, recursos y esfuerzo en atender las necesidades de los animales en protectoras, perreras y colonias felinas.