Me lo pregunto porque creo que su ideología y sus políticas no son suficientes para avalar unos principios que revelan el desprecio absoluto, abuso y maltrato de las especies animales no humanas.
Sus políticas contradicen su pretendida ideología, y por no perder a unos supuestos votantes, respaldan el maltrato animal, con lo que contribuyen también a la falta de conciencia y empatía con aquellos seres sintientes que son los animales.
Si lo que la izquierda pretende es construir un mundo mejor, más justo y solidario, con sus políticas cortoplacistas no lo están consiguiendo.

El Parlament de Catalunya, con socialistas y Esquerra Republicana -izquierda republicana- aprueba una regulación de los ‘correbousfiesta taurina donde se sueltan vaquillas y toros para acosarles, pegarles, incendiarles los cuernos y otras «delicias«que supone el blindaje de esta fiesta cruel.
La «izquierda» preserva esta atrocidad tras la prohibición de las corridas de toros en Catalunya por cuestiones identitarias . «Ha sido un ejercicio de cinismo político escandaloso y deprimente» como dijo un torero.


Las Cortes de Aragón con presidente socialista y votos de Podemos -partido de izquierda- aprueban la concesión de ayudas al sector taurino, el mismo que sustenta el maltrato animal. Este partido, Podemos, también estuvo al lado de los cazadores que se manifestaron en Madrid en apoyo a las tradiciones del mundo rural y la caza.

GRAF7354. MADRID, 03/03/2019.-Vista de la manifestación de organizaciones de ganaderos, agricultores, pescadores, cazadores y criadores de toros bajo el lema «Por el respeto al mundo rural y sus tradiciones», esta mañana en Madrid. EFE/Javier Lizón.

En la cabecera de la marcha, los partidos de derecha y ultraderecha: «Esto es una amenaza a la economía nacional y la libertad de los españoles para decidir qué es lo que quieren hacer con pleno respeto a los animales y la fauna«. Podemos también apoya la causa.

 La alcaldesa de Barcelona -de súper mega izquierdas, y siempre a favor del vulnerable- Ada Colau- anunció el cierre del delfinario, un residuo anacrónico de explotación animal y en un ejercicio de malabarismo hipócrita acepta cederlos a un zoo de Atenas donde aún serán más explotados. Ahora, sin rubor podrá decir que Barcelona será una ciudad libre de cetáceos en cautividad.

El Gobierno de Colau ha suprimido la convocatoria de subvenciones a las entidades que trabajan por el bienestar animal.

El Gobierno de Asturias (Partido Socialista Obrero Español) continúa con las matanzas de los cormoranes para contentar a los pescadores. Un año más, el Gobierno del Principado de Asturias autoriza la matanza de 240 cormoranes grandes en las diferentes cuencas de los ríos asturianos.

El gobierno de España decide rescatar al sector taurino. PSOE y Podemos -partidos de «izquierda»- ofrecen ayudas económicas a la tauromaquia por la crisis provocada por la COVID-19.

Podemos llama a apoyar la manifestación de la industria de armamento en la Bahía de Cádiz. El afamado y súper-mega alcalde comunista de Cádiz que lucha por la paz y un mundo igual para todos, a favor de construir más barcos y submarinos para la guerra y demás máquinas de matar niños en Yemen.

Las leyes son el reflejo de la mentalidad de la sociedad, y de los intereses económicos de esa sociedad.
La forma de ayudar a que se respeten los derechos de los animales es cambiando las leyes junto con un cambio de la mentalidad.
Ha de cambiar el profundo y arraigado antropocentrismo que deja a las demás especies en la vulnerabilidad más absoluta y que todos, humanos y no humanos, seamos sujetos de derecho.
La izquierda, dentro del espectro político, es quien tiene más sensibilidad con la causa animal. Pero incumple su objetivo por el antropocentrismo y el especismo del que adolecen.
La compasión y el sentimiento de aproximación al sufrimiento animal nos hace mejores. Por lo tanto, no puede ser que la izquierda siga defendiendo la caza, la tauromaquia y la industrialización animal alegando factores económicos. Esto es perpetuar la barbarie, la insensibilización y la incultura. La izquierda, si verdaderamente fuera de izquierdas, debería asumir la defensa de los animales y luchar también por sus derechos.

Hoy en día, los únicos partidos que luchan contra cualquier tipo de discriminación y abogan por un mundo más justo para todos, son los partidos animalistas: PACMA (España), PAN (Portugal), Parti Animaliste (Francia), Partij voor de Dieren (PVdD) (Holanda), Animal Welfare Party (Reino Unido), Partei Mensch Umwelt Tierschutz (Alemania), The Humane Party (USA), Animal Rights Party (USA), Animal Justice Party (AJP) (Australia).

Partidos que no apuestan por las próximas elecciones, sino por las próximas generaciones.

Los partidos defensores de los animales son a menudo ridiculizados, marginados e invisibilizados. ¿Quizás porque desafían a algunas de las fuerzas más poderosas de la sociedad como la industria cárnica y láctea, compañías de investigación farmacéutica y biomédica y empresas del ocio y del entretenimiento?

«En la izquierda progresista se encuentran referencias a la igualdad de género, los derechos de los homosexuales y los derechos de los inmigrantes, minorías y pueblos indígenas. Estas causas son vistas como el paradigma del progresismo, porque intentan liberar a grupos históricamente subordinados y estigmatizados bajo la etiqueta de “luchas por la justicia social”. La realidad es que la cuestión animalista es virtualmente invisible dentro de la izquierda. Aparte de su influencia marginal dentro del movimiento de la ecología radical, el discurso de los derechos de los animales apenas ha entrado o alterado el trabajo de izquierda progresista. Los defensores de los animales son “los huérfanos de la izquierda” (orphans of the left) y defienden una causa que es rechazada por otros movimientos progresistas. Cuando se nombran los derechos de los animales son rápidamente ignorados. Tampoco es un fenómeno nuevo: el mismo patrón se mantuvo para la vieja izquierda, en el siglo XIX y principios del XX. La izquierda, históricamente, con pocas excepciones, ha visto la violencia humana hacia otros seres con indiferencia. Marx incluso despreciaba los movimientos por los derechos de los animales». (Incluyó a miembros de sociedades para la prevención de la crueldad hacia los animales junto con miembros de abstemios fanáticos en su lista de campañas moralistas inútiles) Will Kymlicka and Sue DonaldsonAnimal Rights, Multiculturalism, and the Left

En el mundo académico los estudios sobre grupos oprimidos tienen un aura de legitimidad; afroamericanos, mujeres, LGTBI, etc., pero los estudios sobre animales no humanos suelen encontrar resistencia.

«¿Es posible que los defensores de estas especialidades sociológicamente aprobadas vean los estudios sobre la causa animalista como un intruso no deseado en la universidad que competirá por los recursos en un entorno financiero cada vez más competitivo y con presupuestos cada vez más reducidos para apoyo a la investigación? ¿Es posible que vean los estudios animalistas como un nuevo competidor en un futuro? ¿Es posible que vean la causa animalista como una parodia de su especialidad porque el interés en los animales no humanos empaña o abarata cualquier otra disciplina sociológicamente aceptada y de alguna manera, en sus mentes, trivializa la noción misma de opresión?» Arluke, Arnold. 2002. “A Sociology of Sociological Animal Studies

traducciones de Luisa Claver